martes, 30 de enero de 2018

Emociones e Inteligencia. Una guita bien delgada.

Si la evolución y maduración emocional de las personas solo se basara en el crecimiento cronológico natural de los cuerpos, tan sólo por ser más viejos las cosas serían mucho mas sencillas de digerir y comprender, muy lejano de la realidad el hito anterior. Las personas no pueden asumir simple y llanamente su crecimiento y desarrollo personal y emocional por tener más edad.
Los causas para llegar a un punto equilibrado en este aspecto, es el resultado de la conjunción de varios factores que se manejan de una manera por demás matricial. El entorno, las experiencias vividas, los triunfos y fracasos, los deseos y metas fijadas, el grado de esfuerzo aplicado, la mezcla de individuos a nuestro alrededor, son solo algunos de los tantos factores necesarios para llegar al mínimo punto de equilibrio aceptable para obtener el resultado de "Madurar". además si invitamos a la genética a participar, podemos asumir que el resultado es este manojo personal en que nos hemos convertido o que aún queremos llegar a ser.
En la actualidad y con la comunicación más que abierta que ya tenemos, se muestra un cúmulo de teorías psicológicas y de desarrollo humano que han sido de fundamento para poder explicar este desarrollo ó evolución emocional en todos los individuos, sin embargo, hago hincapié en la tan estudiada inteligencia emocional, de la cual muchos estudios y autores hacen referencia, diciendo que es tan importante o más, que los otro tipos de inteligencia mencionadas en la teoría de Howard Garner, en la que menciona que la inteligencia se divide en 8 tipos, siendo estas la inteligencia verbal, matemática, espacial,  intrapersonal, interpersonal o emocional, kinestésica, naturalista y una musical (esta última, literalmente y figurativamente funciona para quienes llevan la música por dentro). Pero regresando a nuestra amiga la inteligencia interpersonal, cabe mencionar, que es la responsable de que nuestros sentimientos y emociones permanezcan dentro del corral  sin causar estragos y sin daños colaterales, tanto internamente como externamente. Lo antes mencionado, es lo que permite que algunas personalidades, subsistan mejor que otras y les permite que sean relativamente estables. Por el contrario, los individuos que no han desarrollado esta inteligencia, no son capaces de controlar y canalizar sus emociones de manera eficiente, lo que dará como resultado un cúmulo de cosas sin resolver que tarde que temprano mutan en enfermedades tanto físicas como mentales. Además, estas personas llegan a ser sumamente dependientes en muchos aspectos de su vida cotidiana, no pueden superar sus temores y sentimientos primitivos y en ocasiones tienden a exteriorizar y compartir sus monstruos internos. Entonces, tratan de "camaleonizar" sus emociones e intereses personales con tintes de amistad, cooperación y justicia, lo cual es algo que generalmente no son capaces de entender realmente, ya que sus objetivos y metas sentimentales, sólo están basadas en satisfacer sus rústicas emociones. Interesante tema.


domingo, 21 de enero de 2018

"Sensasueños"



Últimamente he tenido una serie de sueños extraños en donde no sólo sobresalen los aspectos por demás locos y diferentes. Pero dirán que cada cual, ha tenido sueños raros o fuera de lo normal al menos una vez a lo largo de su vida, cosa que no sería en nada extraño en general. 
Pero lo que me llama especial atención de estos sueños infrecuentes y extravagantes, son las sensaciones exageradas e inusuales en torno a lo que se ve, oye y se siente en ellos. Soñar con aromas y relieves o consistencias, no estaba en mi menú diario de sueños, quizá uno que otro sueño erótico con sensaciones dirigidas hacia donde normalmente tienen que ir, pero nunca tan explícitos como los de esta semana.
¿Sera que él subconsciente despierta de algún letargo arcaico y desea experimentar otro nivel?. 
Para los que son adeptos de la vida real, esto no es más que un cúmulo de tonterías y cosas de lo más normal, sin embargo, para las personas sensibles y perceptivas (como habemos alguno que otro diseminados por el mundo), puede significar probablemente algo más. Pero no quiero irme por la tangente  de las opciones místicas o de interpretación, sino enfocarme en las sensaciones percibidas durante estos "sensasueños" alterados, como los bauticé desde hoy.
El oler, tocar y sentir son cosas que nuestro cuerpo generalmente sólo experimenta cuando estamos expuestos directamente a las situaciones o cosas, son sensaciones definitivamente de estar. Mientras que la vista y el oído pueden ser menos directos definitivamente. Haciendo una relación con lo antes escrito, siempre he pensado que para conocer un lugar debes contar con tus cinco sentidos abiertos a todas las experiencias del lugar que quieres conocer, como por ejemplo: ¿A qué huele?, ¿A qué sabe? o simplemente, que clima tiene. Por lo anterior, he llegado a la deducción de que por primera vez en mi vida he estado expuesta a un viaje real de conocimiento de mis sueños, raros posiblemente, pero al fin experimentados. 
El oler un lugar en donde estaba hincada a la orilla de una banqueta, tocar el efecto pegajoso y pastoso de una sustancia transparente tirada en el piso y degustar el sabor de una comida extraña servida en un plato de madera  en uno de los festejos de mis tantas bodas, es una experiencia por demás alucinante, sin eliminar por supuesto la vista alucinante del entorno, envuelta en una definición de arte moderno y el sonido de las voces de seres que ya no existían a mi alrededor, todo esto sin restricción alguna de tiempo y espacio, por algunos minutos o segundos de mi sueño, estuve en ese misterioso interior del subconsciente más viva que nunca.
Acuarela de Patricia Hernandez. Artista Lagunera.

viernes, 19 de enero de 2018

Uso del hilo mental



El cerebro cuenta con cientos de recovecos de diferentes formas, unos pequeñitos y otros que parecieran como el cañón del sumidero, en donde en algún tiempo pasaba un río de ideas y fluían de manera interminable pensamientos y otras cosas.
Al paso del tiempo esos canales, huecos y surcos se van llenando de una que otra porquería que va dejando a su paso sarro cerebral y secuelas de una gingivitis neuronal. Así como lo oyes, al igual que en los dientes, en donde se va atorando de vez en cuando pequeñas partes de comida, en el cerebro sucede similar.
Sin dudarlo puedo asegurar que se nos atoran pensamientos e ideas que, si bien pasaron por algún lugar de nuestra cabeza, estos no siempre pasaron como líquidos directamente, dejaron sus pedazos y residuos que en ocasiones ni los sentimos sino hasta que ya nos causa un síntoma de malestar innecesario. Aquí es cuando recurrimos a una herramienta tan simple como un palillo o hilo dental para desatorar y permitir que otro pedazo de lo que sea, ocupe o no ese lugar.
Es por eso por lo que el uso frecuente de un "hilo mental" mantiene sano mi cerebro. La comunicación expresada en jeroglíficos conocida como escritura es para mí entonces un milagroso hilo mental, el cual me permite sacarme esos trozos de roña y mugre que se juntan en esos espacios, y que requieren por demás limpieza, antes de que llegue a ocurrir un deterioro fatal en mi mente.

Extraer ese cúmulo de restos y sobras es el pilar de este espacio. Que aviente la primera piedra quien no tenga porquería cerebral.

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