domingo, 21 de enero de 2018

"Sensasueños"



Últimamente he tenido una serie de sueños extraños en donde no sólo sobresalen los aspectos por demás locos y diferentes. Pero dirán que cada cual, ha tenido sueños raros o fuera de lo normal al menos una vez a lo largo de su vida, cosa que no sería en nada extraño en general. 
Pero lo que me llama especial atención de estos sueños infrecuentes y extravagantes, son las sensaciones exageradas e inusuales en torno a lo que se ve, oye y se siente en ellos. Soñar con aromas y relieves o consistencias, no estaba en mi menú diario de sueños, quizá uno que otro sueño erótico con sensaciones dirigidas hacia donde normalmente tienen que ir, pero nunca tan explícitos como los de esta semana.
¿Sera que él subconsciente despierta de algún letargo arcaico y desea experimentar otro nivel?. 
Para los que son adeptos de la vida real, esto no es más que un cúmulo de tonterías y cosas de lo más normal, sin embargo, para las personas sensibles y perceptivas (como habemos alguno que otro diseminados por el mundo), puede significar probablemente algo más. Pero no quiero irme por la tangente  de las opciones místicas o de interpretación, sino enfocarme en las sensaciones percibidas durante estos "sensasueños" alterados, como los bauticé desde hoy.
El oler, tocar y sentir son cosas que nuestro cuerpo generalmente sólo experimenta cuando estamos expuestos directamente a las situaciones o cosas, son sensaciones definitivamente de estar. Mientras que la vista y el oído pueden ser menos directos definitivamente. Haciendo una relación con lo antes escrito, siempre he pensado que para conocer un lugar debes contar con tus cinco sentidos abiertos a todas las experiencias del lugar que quieres conocer, como por ejemplo: ¿A qué huele?, ¿A qué sabe? o simplemente, que clima tiene. Por lo anterior, he llegado a la deducción de que por primera vez en mi vida he estado expuesta a un viaje real de conocimiento de mis sueños, raros posiblemente, pero al fin experimentados. 
El oler un lugar en donde estaba hincada a la orilla de una banqueta, tocar el efecto pegajoso y pastoso de una sustancia transparente tirada en el piso y degustar el sabor de una comida extraña servida en un plato de madera  en uno de los festejos de mis tantas bodas, es una experiencia por demás alucinante, sin eliminar por supuesto la vista alucinante del entorno, envuelta en una definición de arte moderno y el sonido de las voces de seres que ya no existían a mi alrededor, todo esto sin restricción alguna de tiempo y espacio, por algunos minutos o segundos de mi sueño, estuve en ese misterioso interior del subconsciente más viva que nunca.
Acuarela de Patricia Hernandez. Artista Lagunera.

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